Andrés y el quehacer curatorial

Andrés y el quehacer curatorial

Andrés Valtierra ha trabajado en los departamentos de curaduría del Museo de Arte Gil Carrillo y el Museo Tamayo, durante el periodo entre ambos museos estudió en la Universidad de Essex, en Inglaterra.

En una breve sesión de preguntas y respuestas se mencionan cuestiones como el quehacer curatorial, factores a tomar en cuenta para el éxito de una exposición, así como proyectos clave en esta práctica.

¿Qué haces en el Museo Tamayo?¿ En qué consiste curar?

Soy Curador Asociado en el museo. Es un tanto difícil poder decir en pocas palabras en qué consiste curar. Es más una práctica que una disciplina y, como tal, cada proyecto y personas involucradas implican procesos distintos. Por dar una respuesta concreta, aunque quizás un tanto simplista, algunas constantes son investigar prácticas artísticas actuales, acompañar a los artistas en sus procesos, hacer las gestiones necesarias para sacar adelante las exposiciones, redacción de textos, y conversaciones con las personas de mediación. Pero también implica una reflexión crítica sobre lo que hace el museo y sobre las exposiciones mismas.

¿Qué exposiciones has curado?

Una muestra reciente que hicimos es Quimera, del artista colombiano Wilson Díaz. Se trata de una colección de discos en vinil propia del artista, a través de la cual investiga el flujo de imágenes y canciones en relación a la propaganda política y económica de Colombia durante la segunda mitad del siglo XX.

Wilson Díaz

Pintura a partir del cromo del Banano de la Enciclopedia cómica, 2004

¿Crees que las exposiciones realmente le hablan a un público mexicano? ¿Dónde podrían estar los puntos débiles y fuertes de una exposición de arte contemporáneo para que tenga eco en las audiencias?

Me parece que es algo que no sólo depende de cada exposición sino del proyecto que tengan los espacios expositivos. Cada uno tiene propósitos y objetivos distintos; lo importante sería poder involucrar al público de manera que sea relevante y significativo para ellos.

Una muestra que me parece un buen ejemplo de esta relevancia es Tacita Dean. Algo que yo vi es que su obra puede ser fácilmente accesible para muchos tipos de públicos que no necesariamente están involucrados o interesados en arte contemporáneo. Y, a su vez, tiene muchas capas de significado que uno puede ir desentramando, no según el grado de especialización que uno tenga, sino por cuánto tiempo uno decida mirar las piezas.

Fatigues, 2012


¿Cómo definirías el éxito de una exposición? ¿Qué factores tomarías en cuenta?

Creo que, de nuevo, depende de los objetivos que se tengan. Las instituciones, por ejemplo, suelen estudiar los números, que desde luego no necesariamente habla de las exposiciones y sus visitantes sino de muchos otros factores. Otra posibilidad son los estudios de público. Para mí un concepto muy relevante es la experiencia significativa y, como tal, es muy difícil de medir o cuantificar.

Quizás una forma importante es el diálogo directo con el público. Durante la exposición Leon Golub: Bite Your Tongue tuve la oportunidad de hablar con muy diversos visitantes y fue grato ver que, por una parte, solían tener empatía con el discurso político de las pinturas y, por otra, miraban las obras por sus cualidades pictóricas.

¿Qué definirías como nuevas formas expositivas?

Me parece un término un tanto problemático porque en realidad podríamos decir que existe incluso ya una tradición de nuevas formas expositivas. Pienso en los proyectos que Hans Ulrich Obrist desarrolló (o ha desarrollado) desde principios de los 2000. Dos ejemplos son Utopia Station y Do It, los cuales fueron muy innovadores en su momento y que hoy en día podrían ser considerados canónicos dentro de la historia de la práctica curatorial. Creo que una forma importante de buscar modos alternos de exposición es mirar necesidades y problemáticas actuales y buscar desarrollarlas.

Existen muchas plataformas digitales y, como en todo, hay cosas muy interesantes y otras no tanto. Aunque no es una exposición en sí, existe el proyecto rhizome.org —ya también canónico pero no por eso estático— que funciona a manera de antología o archivo de prácticas artísticas en la web.

¿Cuál es tu opinión sobre los espacios alternativos de exposición? ¿Qué pasa cuando la obra sale de un museo?

Son totalmente necesarios porque se trata de motores que renuevan prácticas artísticas y expositivas. Una cosa particularmente interesante de estos espacios es que permite importantes posibilidades de visibilidad a artistas jóvenes y les permite experimentar.